El templo parroquial de Santa María cuenta con cuatro nuevos altares, ideados por el cura local, Luis Álvarez, y el restaurador Jesús Puras, con imágenes procedentes de donaciones
12.09.2013 - Cangas de Onís, Ramón DÍAZ
«Era increíble que en la iglesia de Cangas de Onís faltara la Cruz de la Victoria, que no estuviera la Santina, y que no hubiera una imagen del primer santo asturiano». Así se expresa el párroco de Cangas de Onís, Luis Álvarez Suárez, cuando alguien le pregunta porqué se decidió a impulsar la creación de cuatro nuevos altares en el principal templo del concejo. Lo tenía muy claro desde hace tiempo. Tanto que ideó el proyecto y elaboró, incluso, los bocetos de los altares. Y se los envió a un restaurador de su absoluta confianza, Jesús Puras, quien introdujo algunas mejoras, varias ideas, los afinó y dirigió las obras.
El altar de la Dolorosa y el Cristo Yacente
El resultado está a la vista. Donde antes había paredes pintadas de blanco, ahora lucen cuatro espectaculares altares. El resultado ha satisfecho tanto al sacerdote como al profesional de la restauración. El monumental templo ya está preparado para celebrar su cincuentenario, el 4 de noviembre, momento que podría ser aprovechado para retomar una vieja aspiración de la parroquia, que se le concediera el título de basílica, en atención a las raíces históricas, culturales y religiosas de la ciudad.